Las experiencias y conocimientos nuevos son más ricos si se comparten y complementan con las demás. Explica que la intención de este ejercicio es hacer un cierre proyectando intenciones para seguir compartiendo con las demás lo que han aprendido.
Forman un círculo sentadas (en sillas o en el suelo) o de pie. Lo que sea más cómodo para todas.
Ofrece un contexto al ejercicio explicando sobre el simbolismo del círculo.
Desde la prehistoria, la disposición circular es esencial en la celebración de rituales. Se creía que la energía que se genera entre personas dentro de un círculo exorciza los espíritus malos y atrae los espíritus buenos.
Dentro de un círculo, las personas se ven todas desde una misma distancia. Cada persona ocupa el mismo lugar y plano. El liderazgo se confía, no se disputa.
Los círculos equilibran los flujos de energía: cada persona recibe y entrega, nadie antecede a otra.
Cada participante escribe en un papel algo que está dispuesta a compartir con la persona a su derecha. Puede ser cualquier cosa: un pensamiento, una canción, un poema, algo que aprendieron en el taller.
Doblan el papel y lo sostienen en su mano derecha. La mano derecha simboliza nuestra habilidad de ayudar a las demás. La mano izquierda representa la necesidad de intercambiar. Juntan sus manos en círculo.
Colocan su papel, con la mano derecha, en la mano izquierda de la compañera.
Lee el papel que recibiste. Puede ser en voz alta o sólo para ti.
Mientras vas leyendo los papeles, explica la idea de sororidad: el amor entre mujeres que se perciben como pares y aliadas; construir solidaridad a partir de la violencia, desigualdad e injusticias que enfrentamos; transformar positivamente nuestras realidades. Juntas nos apoyamos en sororidad, compartiendo conocimientos y reflexiones.