Esta sesión está basada en el módulo “Prácticas de contraseñas más seguras”, desarrollado por Cheekay Cinco, Carol Waters y Megan DeBolis para LevelUp.
Comienza preguntando a las participantes:
Antes de empezar a hablar de la importancia de las contraseñas, pide a las participantes enumerar toda la información que es asegurada con una contraseña. ¿Qué información tienen en sus cuentas de correo, cuentas de redes sociales y celulares? ¿Qué pasaría si otra persona pudiera acceder a esta información?
Ahora, comparte algunas razones por las que las contraseñas son importantes:
Las contraseñas brindan acceso a un abanico de cuentas importantes como tu correo, cuentas bancarias, redes sociales, etc.
Estas cuentas suelen contener información muy sensible y nos permiten ser “nosotras mismas” en interacción orgánica con las demás a través de diferentes servicios digitales: enviar un mensaje a través de una plataforma de red social, enviar un correo, realizar una compra online, etc. También pueden darnos la oportunidad de asumir otras identidades - cualquier persona que accede a una contraseña de una cuenta puede, en efecto, simular ser la propietaria de la cuenta. Las contraseñas también dan acceso a otras cosas - puntos de acceso Wi-Fi, desbloquear celulares, iniciar sesión en computadoras, descifrar dispositivos, archivos y mucho más.
Comparte papeles con las participantes y pídeles hacer una lista de todas las plataformas donde se acuerden que tienen cuentas. Después, que anoten qué pasaría si alguien tuviera su contraseña y pudiera acceder a sus cuentas o dispositivos.
Comparte algunas prácticas que pueden resultar en que otras personas tengan acceso a tus contraseñas:
Explica que si utilizan la misma contraseña para todo y esa contraseña es comprometida, todas las cuentas podrán ser vulneradas. Comenta algunas características para contraseñas más seguras y robustas:
Duración: en pocas palabras, ¡cuanto más larga, mejor! 12 caracteres es el mínimo recomendable para contraseñas robustas y 20 es mejor todavía.
Complejidad: utiliza una contraseña alfanumérica, con mayúsculas y minúsculas, una mezcla generosa de números y caracteres especiales.
Cambios frecuentes: cambia a menudo tus contraseñas, particularmente las de tus cuentas más confidenciales y, sobre todo, cámbialas si recibes un correo legítimo y verificado (no phishing) diciéndote que la cuenta de determinado servicio ha sido comprometida.
Utilizar frases enteras: imagina varias contraseñas juntas en una misma “frase”- es un ejemplo de práctica segura de contraseñas. Aquí van unos ejemplos:
NoALaMineriaEnAmericaLatina
AbortoSiAbortoNoEsoLoDecidoYo
NosotrxsNoCruzamosFronterasEllasNosCruzanANosotrxs
Propón a las participantes dedicar varios minutos a crear algunos ejemplos de contraseñas robustas. Recuérdales que tengan en cuenta la importancia de la confidencialidad de la información que están resguardando a la hora de escoger la longitud y complejidad de sus contraseñas - quizás quieran utilizar contraseñas más robustas para sus cuentas más importantes y unas menos complejas (pero aún seguras) para sus cuentas sin tanta relevancia.